Un paisaje fascinante entre el mar y la montaña
PUERTO DE POLLENSA
El Puerto de Pollensa, ubicado en el lado más protegido de la bahía, antigua aldea de pescadores, es hoy en día un lugar con cuidadas playas de arena que ofrece un ambiente tranquilo y relajado.
Les recomendamos un paseo al atardecer por su zona peatonal al lado del mar. Desde el Club Náutico hasta la C/ Colón, el ambiente de los pequeños bares y restaurantes, elegantes hoteles con más de 100 años de historia, pinos cuyas ramas casi tocan el mar hacen que este lugar enamore a quien lo visite por primera vez.
Puerto de Pollensa
Pollensa es un pueblo dinámico, cuya plaza se erige como el centro neurálgico de su actividad social. A la sombra de grandes árboles se disfruta del vaivén de la gente y una variada oferta de bares y restaurantes. Hay dos cosas que el visitante no debería perderse: un café en el bar más emblemático y popular del lugar: «Can Moixet» (Bar Espanyol) y saborear un helado auténticamente artesanal en el quisco ubicado en la plaza de «Can Buxaca » (Helados Valls).
Merecen una visita el puente romano, la iglesia erigida por los templarios y el convento barroco de Santo Domingo donde se celebra desde hace 50 años el Festival de Pollensa con su ciclo de conciertos de prestigio internacional.
Pueden seguir paseando hasta la calle Jesús, donde empieza la escalinata de 365 peldaños flanqueada por elegantes cipreses, que les llevará hasta una ermita rodeada de cruces que representan el Calvario de Jesucristo. Desde lo alto se puede una panorámica que bien merece el esfuerzo. Otro lugar privilegiado es el Puig de María, desde dónde se puede divisar la península de Formentor, el valle de la Cala de San Vicente, la bahía de Pollensa y la bahía de Alcúdia.
Pollensa tiene una larga tradición artesana, el visitante puede encontrar varias fábricas de mueble rústico, una de las pocas fábricas textiles que aún quedan en la isla, galerías de arte, tiendas de decoración, de artículos de regalo y tiendas de alimentación para gourmets. Los mercados se celebran el domingo en Pollensa y el miércoles en el puerto de Pollensa.
Aquí se pueden realizar numerosas excursiones, descubrir románticas calas a las que sólo se puede acceder a pie o en barco como Cala Murta, Cala Bóquer o Cala Figuera y observar las innumerables especies de aves que anidan en estos parajes. Si aún desean seguir subiendo y disfrutar de más vistas espectaculares les sugerimos subir a pie hasta la Atalaya d’Albercutx.
La mayoría de los visitantes admiran Formentor desde arriba. Para los más aventureros proponemos un tour en kayak. Un cambio de perspectiva y una divertida alternativa al coche o autobús. Remando desde el Port de Pollença hasta Punta Avanzada y de ahí hasta Cala Pí o la Playa de Formentor. 21 km de Pollensa.
Cala S. Vicente no es una cala, sino cuatro: Cala Barques, Cala Clara, Cala Molins y Cala Carbó.
Protegidas por el «Cavall Bernat», montañas que se hunden a pico en el inmenso azul, es un sueño bañarse o bucear en sus aguas turquesas. Sugerencia para amantes de cultura: visita a la Cuevas de l’Alzinaret (7Km de Pollensa).